Rom 15:26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén.
Rom 15:27 Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales.
A las iglesias de Macedonia y Acaya les nació el compartir sus bienes materiales con los pobres que estaban en Jerusalén, fue una ofrenda voluntaria.
1Co 16:1 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia.
1Co 16:2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
1Co 16:3 Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén.
Pablo estableció en las iglesias de Galacia, por una cuestión de orden, el modo de recoger las ofrendas voluntarias o donativos (cada uno de vosotros ponga aparte “algo”…) para los pobres, a fin de mantener un orden en la recolección y no hacerlo cuando él llegara.
2Co 8:1 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia;
2Co 8:2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.
2Co 8:3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas,
2Co 8:4 pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos.
2Co 8:5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;
2Co 8:7 Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia.
2Co 8:8 No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro.
2Co 8:9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
2Co 8:10 Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado.
2Co 8:11 Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis.
2Co 8:12 Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.
2Co 8:13 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez,
2Co 8:14 sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad,
2Co 8:15 como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.
2Co 8:19 y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad;
2Co 8:20 evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos,
2Co 8:21 procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres.
Pablo habla de ofrendas o donativos voluntarios, inspirados por el amor al prójimo, no por un pacto, ni por una ley, una ofrenda para los santos pobres de las iglesias, para ayudar a los hermanos.
Un modo de compartir lo abundante de unos con la escasez de otros y estar “todos” bien. Demuestran la buena voluntad para con los hombres. Y deben ser administrados de manera transparente y objetiva.
2Co 9:5 Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra.
2Co 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
2Co 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
2Co 9:8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
Como vemos Pablo exhorta a dar voluntariamente, no como una exigencia. Dice además que confiemos en Dios, estando con él nada nos faltará.
La ofrenda de la viuda
Mar 12:41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho.
Mar 12:42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante.
Mar 12:43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca;
Mar 12:44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.
Piedad y contentamiento
1Ti 6:3 Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,
1Ti 6:4 está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,
1Ti 6:5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.
1Ti 6:6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
1Ti 6:7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
1Ti 6:8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
1Ti 6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
1Ti 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
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